El hecho de eyacular precozmente puede originar que el hombre no perciba sensaciones agradables o placenteras durante el acto sexual, por estar ocupado pensando en cómo controlar ésta y en las consecuencias con la pareja por no tardar más tiempo. Esto lo encontramos en relaciones en donde el hombre desea que su pareja también disfrute del acto y la mujer así lo desea y lo exige, pero en aquellas relaciones en donde el hombre se comporta de una manera machista y la mujer adopta una actitud de sumisión, esto no tiene trascendencia y de hecho el hombre nunca se entera que es eyaculador precoz y no busca ayuda profesional para solucionar el problema.

En algunos pacientes con falta de control en la eyaculación, llevan su problema a la vida social, laboral o ambas, lo que repercute en sus relaciones personales. Estos hombres se tornan tímidos, retraídos, inseguros y es difícil que busquen otra pareja por miedo al fracaso. Son personas con falta de concentración.